¿Qué es desarrollo y por qué son importantes las organizaciones de desarrollo de base?

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George Kennedy

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Dicho de forma sencilla, el desarrollo representa un cambio positivo.  Es el proceso mediante el cual se mejora la subsistencia de una comunidad y de sus individuos, empoderándolos para que vivan una vida feliz, saludable y próspera.

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Pero, ¿quién decide cómo se ve el desarrollo?

 

Históricamente, el desarrollo internacional se ha caracterizado por el uso de procesos de enfoque descendiente, en los cuales se busca germinar el arte del desarrollo mediante la aplicación de modelos de negocio contemporáneos.  Al aplicar estos modelos, las agencias internacionales entran en las comunidades extranjeras con el objetivo de mejorar la vida de personas vulnerables y empobrecidas, basándose en la premisa de que existen procesos técnicos objetivamente ventajosos que pueden asistir a cualquier comunidad.

 

Esto es absolutamente cierto.  Dichos procesos han sido esbozados por las Naciones Unidas bajo sus marcos operativos denominados Milenio y Objetivos de Desarrollo Sostenible y, ciertamente, tanto la infraestructura agrícola, como las clínicas de salud materna, los sistemas de saneamiento y el acceso al agua potable pueden ser vistos como factores objetivamente beneficiales para cualquier comunidad.  Estas son metas generales y universales que han sido propuestas por las mismas ONGs internacionales que, en muchos sentidos, son muy buenas alcanzándolas.

 

A nivel local, sin embargo, el desarrollo comunitario continuo requiere de un enfoque muy distinto.  Para alcanzar una sostenibilidad real a nivel local, los programas deben ser un reflejo de las necesidades y valores reales de la comunidad, más que ser una simple provisión de infraestructura, clínicas de asistencia médica o socorro en situaciones de emergencia.  De lo contrario, no pueden ser exitosos.  Sin importar cuan objetivamente beneficioso sea un recurso, si nadie lo usa, es inservible.  Este es el pilar de la filosofía neoliberal del desarrollo: al rechazar la noción de que existe una “mejor práctica” incuestionable, se adoptan las necesidades, los valores y los conocimientos de la comunidad como claves para resolver los problemas locales.

 

Esto es el desarrollo de base: miembros de la comunidad trabajando unidos para mejorar su sustento en colectividad.  Es un enfoque ascendente y localmente responsable que reconoce que, en el desarrollo, el proceso es igual de importante que los resultados.  Al enfocarse principalmente en el fortalecimiento de capacidades, el desarrollo de base promueve la inclusión y la resiliencia.  Provee un espacio para que las comunidades aborden los problemas locales, encuentren su común denominador y logren alcanzar un balance entre intereses encontrados.  En vez de basarse en un proceso en el que agencias extranjeras técnicamente capacitadas traigan un servicio a la comunidad y luego se vayan, el desarrollo de base se enfoca en desarrollar las capacidades propias de la comunidad, de forma que puedan resolver los problemas venideros para sí mismos.

 

Cuando los miembros de la comunidad se unen y adoptan medidas colectivas para resolver un problema local, se forma una organización de base.  Son estos pequeños grupos quienes asumen la enorme tarea de alcanzar el desarrollo sostenible para su comunidad.  Por suerte, y a diferencia de sus contrapartes internacionales, ellos tienen algunos ases bajo la manga: son expertos en navegar los complejos entornos socio-culturales locales, tienen pocos gastos generales, y cuentan con una perspectiva sobre los retos del desarrollo local que sólo poseen quienes los han vivido.  Ellos saben qué funcionará en su comunidad, porque son parte de ella.  Estas son las barreras que aquejan a las organizaciones internacionales, y es por esta razón que es tan importante apoyar el desarrollo de base.  Con ello, se puede identificar soluciones que sean responsables con el ambiente local, asegurando así que los programas de desarrollo sean socio-culturalmente apropiados y extensivamente adoptados entre los miembros de la comunidad.

 

Es importante reconocer que el desarrollo de base es un proceso orgánico que a menudo requiere ser cultivado y orientado por fuentes externas, ellos no pueden hacerlo por sí solos.  Es aquí donde entra el papel de los donadores externos y las agencias internacionales, quienes pueden ofrecer apoyo técnico y financiero mediante la compra de infraestructura y equipo, así como fungir como fuente de consultorías para el desarrollo de programas.  De esta forma, las agencias y donadores extranjeros pueden apoyar el trabajo de las organizaciones de base preservando su autonomía, que es la raíz de su eficacia.  Es así como se logra que prevalezca la titularidad local y surjan las prácticas y colaboraciones sostenibles.

 

El desarrollo de base combina entonces los enfoques participativos con el fortalecimiento de capacidades para empoderar a las comunidades vulnerables de forma que estas se desarrollen según lo dicten sus propias necesidades y valores.  El desarrollo de base puede ayudar entonces a que las comunidades lleven una vida feliz, saludable y próspera que ellos mismos valoren, y que tengan todas las razones para hacerlo.

 

Las iniciativas de base empoderan a las comunidades para que sean ellos mismos quienes decidan cómo se ve su desarrollo.

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About the Author

George is the founder of Grassroots Collective and has worked with local development organisations all over the world, from Cambodia to Patagonia. He is currently working in Latin America, helping local community nonprofits achieve their missions and share their incredible stories.

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